MIENTRAS VAMOS Y VENIMOS, NO FALTA GENTE EN EL CAMINO

D. Pedro, párroco de Villar del Olmo entre 1947 y 1957, quiso animar a sus vecinos y que vieran más mundo. Pese a estar en Cuarema, hablo con la línea de autobuses y organizó una excursión a Aranjuez. Fue la primera salida lúdica. Desde el púlpito les dijo a los villareños:

– Todo el que quiera apuntarse a ir a Aranjuez, que se pase por la sacristía. Mientras vamos y venimos, no falta gente en el camino.

De esta manera los vecinos de Villar conocieron el Palacio, los jardines, la casita del labrador, la parroquia y por supuesto probar las fresas…

D. Pedro, párroco de Villar del Olmo entre 1947 y 1957, quiso animar a sus vecinos y que vieran más mundo. Pese a estar en Cuarema, hablo con la línea de autobuses y organizó una excursión a Aranjuez

De izquierda a derecha, párroco de Aranjuez, Emiliano Ontoba, Francisco Blanco, D. Pedro Párroco de Villar, Ángel Ontoba y Federico Herrera.

Archivo Fotográfico Rubén Blanco Martínez