Han pasado ya más de 24 horas desde que comenzase la última tragedia que ha sacudido a toda la comarca y las aguas empiezan a volver a sus cauces. Una tragedia humana, aunque no se hayan perdido vidas, se han perdido almas, o se han destapado malas almas. Sinceramente durante los peores momentos de las inundaciones, la mayoría estábamos con la batería justa para saber de nuestras familias y conocidos, y para localizar y estar localizable para ayudar, así como para andar viendo o poniendo cosa en redes sociales.
Tener la vista apartada del cacharro tonto me a servido para ver más allá, cosas que envidio de los «analfabetos» digitales. Ver a las personas más allá de una foto dentro de un círculo. Ver incluso dentro de las personas. Es como la sensación de ser Superman y tener visión de rayos x, aunque en ocasiones como esta, lo mejor y lo peor de la gente sale hacia fuera y es visible por todo. Bueno, por todo aquel que quiera verlo.
He visto a personas de todos los colores, credos y filiaciones trabajando codo con codo, ayudando a todo aquel que se le podía ayudar con los medios al alcance. Mientras, gente a la que no he visto ayudando, me los he encontrado cuando he vuelto la vista al cacharrito este que estás mirando, poniendo zancadillas, criticando y llorando por tener el agua por los tobillos. O al menos así imagino que deberían estar, lágrimas o algo tendrían que tener en los ojos para no ver y ayudar a los que tenían, y tienen por desgracia a estas horas, el agua al cuello.
Sinceramente no me cabe en la cabeza, y ya conocéis que sombreros gasto, que quedando gente y sus seres queridos, mascotas incluidas, perdidos o atrapados, estén preguntando por oficinas de reclamaciones, por ejemplo.
He visto la desesperación en muchos rostros. Desesperación por perder una vida y desesperación por impotencia. El cuerpo de bomberos esta acostumbrado por desgracia a ver toda clase de desgracias, aun así sus caras mostraban desesperación e impotencia. Porque había gente a la que poder ayudar, pero otros muchos a los que era imposible en primera instancia. Es imposible sacar agua de un cubo sin salir del cubo, el agua siempre se quedará dentro, pero es razonable y entendible la desesperación de esas familias que lo ha perdido todo porque su casa está en una nava, y no lo sabían.
Para comentar debe estar registrado.