Ya sabemos que la Iglesia ha criticado duramente a los curas que tardaban un cuarto de hora en decir la misa
D. Pedro, párroco de Villar del Olmo entre 1947 y 1957, quiso animar a sus vecinos y que vieran más mundo. Pese a estar en Cuarema, hablo con la línea de autobuses y organizó una excursión a Aranjuez