De construcciones cuidadas, donde se traza el punto de fuga en calles que parten de un arco, trampantojos que alargan callejones que parecen no tener final, elevaciones que le confieren un fondo y lejanía que hay que saber trabajar con mucha maestría para que queden tan bien. En su núcleo central nos encontramos una plaza columnada que sirve de mercadillo donde se juntan vendedores y oficios: frutas, pescados, especias, cacharros, zapatos… Se puede decir que los pequeños habitantes de esta villa de Belén dentro de Orusco tienen de todo para pasar la navidad… ¡y mucho más tiempo si les dejan!